Cada vez que pensamos en África, la imaginación y nuestra mente vuelan hacia la figura de un gran círculo rojizo. Esa esfera, atravesada por una jirafa o un elefante a contraluz, es el famoso sol que nos regala esta tierra. Esta imagen, que muchos han tenido la suerte de fotografiar y experimentar, es completamente real aquí, en Kenia.
Pero el sol, con sus atardeceres y amaneceres, no es lo único que te llega muy adentro de este país africano. Hay varias experiencias que puedes vivir de cerca en Kenia y que consiguen provocarte las más grandes emociones, aquellas que son imposibles de olvidar:
Jambo La primera vez que escuchas este saludo, seguramente la primera palabra que el viajero escucha en Swahili al llegar al aeropuerto, es el preciso momento en el que te das cuenta que acabas de pisar suelo keniano y que ya ha comenzado tu aventura.
Amaneceres en Kenia Vuela en un globo para captar la majestuosidad del paisaje que te rodea, los colores rojizos del cielo y contemplar el sol cuando todavía está despertando, mientras desde lo alto vislumbras los primeros animales que van surgiendo bajo tus pies.
Sundowner Otra de las sorpresas más inesperadas es cuando vuelves después de un día de safari y de repente te detienen en medio de la sabana o del Bush con un Sundowner montado.
Al escenario real de esa puesta de sol que te envuelve añadámosle una copa, normalmente GinTonic, con una hoguera en mitad de la sabana y solo unos cuantos cojines colocados en el suelo adornando tu estancia. Ahí será cuando tu mirada se pierda mirando hacia el horizonte incapaz de encontrar ningún límite.
Star Bed o la posibilidad de dormir bajo el cielo de Kenia, escuchando los sonidos de la naturaleza. El cielo de África es muy especial, ya que está repleto de estrellas. Nunca podrás encontrarte solo al estar rodeado por millones de luces fijas y parpadeantes que componen este cielo.
Sentir todo esto, es sentir Kenia, desde las extensiones de sabana hasta la cima del Monte Kenia o los arrecifes de colar en el Océano índico. Ese sentimiento tan profundo por haber experimentado algo tal real y diferente es aquello que se conoce como mal de África y sencillamente su principal síntoma es la necesidad de volver. La añoranza por todo lo que se ha vivido en este único rincón en el mundo. + INFO
